Es una práctica muy común en estos días pasar por alto la cantidad correcta de presión de aire en las llantas de los vehículos. Las personas gastan una gran cantidad de dinero en el mantenimiento de sus autos para mantener el consumo eficiente de combustible, pero ignoran este importante aspecto de la presión de aire de las llantas. Por lo general, somos nosotros los que dictamos su vida útil. Junto con el equilibrio y la alineación de las ruedas, la presión de los neumáticos no solo define nuestra experiencia de conducción, sino que también puede provocar un accidente mortal si no se mantiene bajo observación. Los neumáticos tienen bandas de rodadura en su superficie que pueden desgastarse prematuramente si tiene una actitud casual hacia su presión de aire.
Cada vehículo viene con una presión de neumáticos recomendada medida en PSI (libras por pulgada cuadrada) de acuerdo con su fabricación. Se encuentra entre 30-34 PSI para la mayoría de los vehículos. En su mayoría, está impreso dentro del umbral de la puerta del conductor o, a veces, dentro de la tapa del tanque de combustible. También se puede consultar el manual del propietario para verificar el número exacto de sus neumáticos. Es la presión que cualquier neumático puede soportar con una cantidad específica de carga en el vehículo. Ni el inflado excesivo de los neumáticos ni el inflado insuficiente ayudarían a que el automóvil se desempeñara mejor en la carretera. En cambio, daría como resultado un rápido desgaste del neumático.
SOBREINFLACIÓN:
Cuando la cantidad de aire dentro de la llanta cruza el límite recomendado, se redondea desde el centro de la banda de rodadura, lo que expone menos la base de la llanta a la carretera. Con el paso del tiempo, la banda de rodadura central de su llanta se desgastaría en comparación con los hombros. Es posible que tengas que cambiar los neumáticos mucho antes, sin importar lo caro que ya los hayas instalado. Mucha gente considera esta práctica como un ahorro de combustible, pero podría resultar mortal. Cuando expone menos la base de la llanta a la carretera, el automóvil pierde significativamente su agarre a la carretera. Existe una buena posibilidad de enfrentar problemas al girar el automóvil a altas velocidades e incluso puede provocar un accidente. El vehículo tarda más en reducir la velocidad con neumáticos demasiado inflados. Como resultado, el manejo del automóvil se ve muy afectado. Por lo tanto, se recomienda encarecidamente vigilar la cantidad correcta de presión de aire en los neumáticos según lo especificado por el fabricante de su vehículo.
BAJO INFLACIÓN:
Del mismo modo, conducir con una presión de aire más baja de lo habitual también puede reducir la vida útil del neumático y quemar más combustible. Cuando una llanta está desinflada, experimenta menos inflación en el centro de la banda de rodadura, lo que hace que la llanta se desgaste en los hombros. Eventualmente, tendrá que programar un reemplazo antes de tiempo. Además, la resistencia entre los neumáticos y la carretera aumenta con la baja presión del aire, lo que dificulta la aceleración del automóvil. A cambio, un motor requiere más potencia para acelerar el automóvil, lo que hace que el automóvil sea menos eficiente en combustible. Esto no solo le haría gastar dinero extra en combustible, sino que los neumáticos también necesitarían un reemplazo temprano. Siempre que sienta dificultad para mover el volante, no pierda el tiempo para revisar sus llantas.
CONCLUSIÓN:
Por lo tanto, vigilar de cerca la medición y mantener la presión de aire adecuada antes de conducir hará que su vida sea más fácil. Siempre esté atento a la presión de aire en la llanta de refacción porque es posible que deba reemplazarla en algún momento determinado de su viaje. Sigue la presión recomendada de tu vehículo para evitar inconvenientes y lograr que completen su ciclo de vida.