Conducción temeraria: qué hacer y qué no hacer

La conducción imprudente puede resultar en eventos que cambian la vida de muchas personas involucradas. Y es por esta razón que es una infracción de tránsito tan importante en todo el mundo. Si bien es importante educar a los nuevos conductores sobre los peligros, lo mismo puede decirse de los usuarios de la carretera experimentados; siendo probable que ambos grupos causen accidentes.

Si bien los casos de lesiones graves a personas como resultado de una conducción imprudente son afortunadamente raros, todavía hay casos en los que las personas han resultado gravemente heridas, lisiadas de por vida o muertas. Sin embargo, si bien estos son casos raros, es más por suerte que por juicio.

La verdad es que la mayoría de los conductores han sido culpables de conducir de manera imprudente en un momento u otro. En muchos casos, esto no ha sido detectado. Suerte otra vez, pero no lo hace bien.

Conducir por encima del límite de velocidad es posiblemente la forma más frecuente de conducción imprudente; y son pocos los que no lo han hecho. Si bien puede sentir que todavía tiene el control perfecto del automóvil, es probable que no lo tenga si ocurre un reventón, un niño salta a la carretera o golpea una mancha de aceite al frenar.

Si bien es necesario adelantar al tráfico más lento, el constante zigzagueo entre carriles; particularmente a altas velocidades, es otro peligro en las carreteras que muchos conductores han cometido.

No se puede negar que competir con amigos o familiares en un automóvil es emocionante. Y, no hay nada de malo en esto; cuando se realiza de manera supervisada y controlada en un día de pista en un circuito de carreras. Pero no hay excusa para las carreras de resistencia en la vía pública. A menudo, un deporte que practican los conductores recién calificados para presumir, a menudo resulta en un accidente, que puede resultar fatal.

Posiblemente, la forma más escandalosa de conducción temeraria es beber y conducir; o tomar drogas y conducir. Tal es el proceso que tiene el alcohol o los estupefacientes en el cuerpo humano, las respuestas y los sentidos son limitados. Esta es la peor forma, principalmente porque muestra un total desprecio por la seguridad; personal y el de los demás. Peor aún, es premeditado y tan fácil de evitar.

No es difícil mantenerse alejado de la conducción imprudente; todo lo que se necesita es respeto por el vehículo que conduce, respeto por sus limitaciones y respeto por los demás. Conducir es un privilegio, no un derecho, y todos haríamos bien en recordarlo.

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